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Edifiquemos una familia fructífera: Ayudemos a otros a ordenar su vida - IBM Miramonte

Edifiquemos una familia fructífera: Ayudemos a otros a ordenar su vida

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Antes de cerrar este mes de la familia, queremos animarles a que, una vez habiendo ordenado nuestra vida espiritual, familiar y eclesial, podamos ser instrumentos de Dios para ayudar a otras familias a ordenarse y sacar de sus vidas los ídolos que puedan estar presentes.

La Biblia nos enseña que debemos ayudar a otros creyentes a crecer en su vida espiritual, pero también nos advierte que antes, debemos nosotros ordenar nuestra propia vida (Mateo 7.3-5).

¿Cómo podemos ayudar a otras familias a crecer y sacar de sus vidas esas cosas que están quitando el lugar de Dios en sus corazones?

  1. Modelando con buen testimonio. Muchos hombres, mujeres, jóvenes y familias necesitan tener modelos a seguir, que vivan conforme a las Escrituras y que les muestren como se llevan a la practica los principios eternos de la palabra de Dios. Reflexiona en los siguientes pasajes: 1 Timoteo 4.12, Tito 2.6-8, 1 Pedro 5.3. Lastimosamente, en nuestra sociedad, vemos cada vez más familias disfuncionales, mujeres que deben tomar el rol que el esposo no esta dispuesto a asumir, hijos desobedientes a los padres, Padres abusivos y violentos etc. Es indispensable presentarnos como familias ejemplo (no perfectas) para que otras familias puedan tomar la misma decisión.
  2. Cuidando con amor a otras familias. Como sabemos, la vida familiar no es sencilla, los problemas vienen cuando menos lo esperamos. Debemos buscar intencionalmente estar cerca de otras familias, apoyándolos en momentos de crisis, así como alegrándonos con ellos en sus triunfos y alegrías (Hebreos 13.3, Romanos 12.15, 1 Corintios 12.26), mostrándoles amor genuino (Gálatas 5.14, Juan 13.34, Juan 15.12)
  3. Señalando las faltas con amor y verdad. Una faceta que pocos están dispuestos a cubrir en el crecimiento de otros es el señalar las faltas y pecados de nuestros hermanos, con la actitud correcta, no de juicio y condena, sino de amor y humildad, buscando la restauración (Mateo 18.15-20, Gálatas 6.1). La corrección de la falta es necesaria para el crecimiento, Dios quiere usarnos también para esto, y debemos estar dispuestos a hacerlo con la actitud correcta.

Para reflexionar

  1. ¿Qué podemos hacer como familia para ayudar a otros a crecer y ordenar sus vidas?
  2. ¿Qué familias o personas cercanas podemos comenzar a buscar con este objetivo?

¿Qué áreas de mi vida hacen falta aun trabajar para poder ayudar a otros a crecer?