Una vez que hemos tomado decisiones para mantener un orden en nuestra vida espiritual y familiar, es momento de ser retados por Dios, para servir a otras familias pertenecientes al rebaño de Dios. Ahora que hemos tomado la decisión de ordenar nuestra vida espiritual y ordenar nuestra vida familiar, estamos listos para ayudar a otras familias y a otros creyentes a crecer en el Señor.
Antes de comenzar, debemos corregir el pensamiento tradicional sobre el servicio. Muchas veces, amarramos el termino “servir” con un ministerio o con actividades dentro de laa iglesia, sin embargo, el servicio a Dios debe ser realizado comenzando en casa, sirviendo a los nuestros y cada día, en nuestras labores cotidianas, servir con los dones que Dios nos ha dado a aquellos que nos rodean.
Hebreos 6:10 dice: “Porque Dios no es injusto como para olvidarse de las obras y del amor que, para su gloria, ustedes han mostrado sirviendo a los santos, como lo siguen haciendo”. Vamos a aprender algunos principios sobre este texto.
Para reflexionar
¿Cómo puedo motivar a otros que aun no ponen sus dones al servicio del Señor para comenzar a hacerlo?