Skip to main content

Edifiquemos una familia fructífera: Sirvamos a otros - IBM Miramonte

Edifiquemos una familia fructífera: Sirvamos a otros.

Escucha el audio

Una vez que hemos tomado decisiones para mantener un orden en nuestra vida espiritual y familiar, es momento de ser retados por Dios, para servir a otras familias pertenecientes al rebaño de Dios. Ahora que hemos tomado la decisión de ordenar nuestra vida espiritual y ordenar nuestra vida familiar, estamos listos para ayudar a otras familias y a otros creyentes a crecer en el Señor.

Antes de comenzar, debemos corregir el pensamiento tradicional sobre el servicio. Muchas veces, amarramos el termino “servir” con un ministerio o con actividades dentro de laa iglesia, sin embargo, el servicio a Dios debe ser realizado comenzando en casa, sirviendo a los nuestros y cada día, en nuestras labores cotidianas, servir con los dones que Dios nos ha dado a aquellos que nos rodean.

Hebreos 6:10 dice: “Porque Dios no es injusto como para olvidarse de las obras y del amor que, para su gloria, ustedes han mostrado sirviendo a los santos, como lo siguen haciendo”. Vamos a aprender algunos principios sobre este texto.

  • Para Dios, nuestro servicio tiene valor (“Porque Dios no es injusto como para olvidarse”). El escritor de Hebreos, nos enseña que Dios no se olvida de nuestras obras. La palabra “olvidar” en este texto, significa “desatender” o “descuidar” algo. Nuestro servicio, es valioso a los ojos de nuestro Padre, eso debería ser una motivación para cada creyente para servir a otros.
  • Nuestras obras, van de la mano con el amor (“de las obras y del amor”). En el servicio a Dios, no son las obras en si las que agradan a Dios (las buenas obras pueden hacerlas incluso personas no creyentes), lo más importante es el amor que mostramos a nuestros hermanos que es reflejado por medio de nuestras obras y servicio.
  • Nuestro servicio, es para su Gloria (“para su gloria”). El servicio no se trata de nosotros, de nuestros dones o de nuestras capacidades, tampoco su objetivo final es “ayudar a otros”. El principal objetivo de nuestro servicio, es la gloria de Dios. Cuando ayudamos a otras familias a crecer, a dejar atrás pecados que están minando sus familias, a ordenar sus vidas, Dios recibe la gloria y este es el objetivo final de nuestro servicio.
  • Nuestro servicio es principalmente para nuestros hermanos en Cristo y es un servicio continuo (“ustedes han mostrado sirviendo a los santos, como lo siguen haciendo”). La Biblia enseña que nuestros dones han sido dados para la edificación de la iglesia (Efesios 4.11-16, 1 Corintios 14.12), debemos pues usarlos para ese propósito, esto es una tarea que todo creyente maduro debe realizar hasta que Cristo vuelva.

Para reflexionar

  1. ¿Esta llevando mi servicio a Dios, gloria a Su Nombre?
  2. ¿Qué cambios debo de realizar para que mi servicio edifique a más personas?

¿Cómo puedo motivar a otros que aun no ponen sus dones al servicio del Señor para comenzar a hacerlo?