La familia de un niño es, sin lugar a duda, la influencia más decisiva en la vida. El hogar contribuye a la formación del carácter y la personalidad. El niño que venga de un hogar en donde se respeta la autoridad, se fomentan valores y se reconocen normas, es muy probable que se convierta en un adulto productivo capaz de hacer una contribución a la sociedad en que vive.
Las historias de Max Jukes y Jonathan Edwards nos muestran esto. Max Jukes no creía en principios cristianos y se casó con una mujer de igual mentalidad. De esta unión salieron 1026 descendientes. Trecientos de ellos murieron de forma prematura, cien fueron enviados a prisión recibiendo una condena promedio de 13 años. Ciento veinte fueron prostitutas, Doscientos fueron alcohólicos. Su familia costó al estado de Nueva York 6 millones de dólares aproximadamente. Jonathan Edwards contemporáneo de Max Jukes en los años 1700, vivía en el mismo estado, creía en Dios, se casó con una mujer cristiana. De esta unión se estudiaron 729 descendientes, trescientos llegaron a ser predicadores del Evangelio, sesenta y cinco profesores de universidades, trece fueron decanos de Universidades, sesenta escritores de buenos libros, tres fueron congresistas de los Estados Unidos, uno fue vicepresidente de los Estados Unidos. La familia de Jonathan Edwards no costó ni un centavo al estado de Nueva York.
A pesar de la enorme influencia que tienen hoy día las redes sociales, la tecnología, la educación en valores etc. no hay nada que tenga mayor influencia que una familia llena del Espíritu Santo, es decir, una familia, un matrimonio, hijos siendo llevados y controlados por el Espíritu Santo momento a momento, segundo a segundo, obedientes por amor a Dios y al prójimo, a los mandamientos de Dios.
Dios dice “no tendrás dioses ajenos” Éxodo 20:1-5; “Por tanto amados míos huid de la idolatría” 1 Corintios 10:14. El caos de la idolatría viene cuando abusamos de nuestra libertad en Cristo desobedeciendo los límites establecidos por Dios. Dios dice “si me amáis guardad mis mandamientos” Juan 14:15. Estas son órdenes dadas por el Rey de reyes, nuestro señor Jesucristo. ¿Qué hará usted?