Aprendimos en nuestro devocional de ayer que Dios es todopoderoso, soberano y con atributos más allá de nuestra imaginación. Pero eso puede llevar a cuestionar sobre el significado del temor bíblico. ¿Qué es temer a Dios? ¿Cómo le temo correctamente? ¿No es el temor algo malo? Estas preguntas son adecuadas, porque hemos aprendido que lo que nos asusta es “malo”. Sin embargo, queremos pedirte que evaluemos esta concepción. Leamos Proverbios 1:7
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
Analícemos y reflexionemos esto con detenimiento, la palabra temor viene de los vocablos hebreo: “yir’ah” y en griego., “phobos”, lo que si puede entenderse como el miedo a algo malo o que nos quiera hacer daño como para huir. No obstante, la acepción bíblica se refiere a una reverencia ante una autoridad superior, a una reacción de fascinación y respeto ante algo que nos supera por completo, a un respeto supremo a un mandamiento o ley que se debe obedecer. Dios es todopoderoso, es lo máximo de lo máximo que podamos imaginar y aún va más allá. Como nos enseña la Biblia, el temor a Dios es comprender que Él es grande y nosotros pequeños, por lo que debemos escuchar su voz y obedecer sin dudas y con un respeto absoluto a El.
Hoy queremos retarte a que decidas temer a Dios y vivir una vida sometida a Él, recordando que es Amor y Fuego Consumidor. Oremos juntos:
“Amado Padre, hoy entiendo que debo temerte porque eres Dios, quiero honrar tu Nombre y cuidar mi salvación con temor y temblor. Ayúdame a sostenerme en Ti, porque solo no puedo”. Amén.