Poco o casi nunca nos cuestionamos ¿Quién pienso que es Dios? Esta pregunta es de suma importancia, ya que muchos expertos dicen que los seres humanos tememos a inclinarnos hacia una de estas dos cosas: lo desconocido y lo que nos ha traumado. Los hijos de Dios afirmamos tener el Espíritu Santo, por lo tanto, Dios no nos parece un desconocido. Y el temor hacia los traumas como arañas, ratas, serpientes o a un asalto, o que a alguien de la familia le suceda algo malo, pareciera atrapar toda nuestra atención.
Entonces, reflexionar cómo pensamos sobre qué es Dios es de vital importancia para temerle por quién es Él. ¿Qué nos dicen las escrituras sobre los atributos de nuestro Dios? Este espacio no es suficiente para mencionar su gran amor, su gran poder y su gran sabiduría, sin embargo, podemos aprender de Isaías 40: 28 en la versión NVI lo siguiente:
. Isaías 40:28 (NVI): “¿No lo sabéis? ¿No habéis oído? El Señor es el Dios eterno, el Creador de los confines de la tierra. Él no se cansará ni se cansará, y nadie podrá comprender su entendimiento”
Podemos leer que nuestro Dios es eterno, creador de todo, que nunca se cansa. Nosotros ni nadie tiene la capacidad de comprender su magnificencia. Un Ser con estas características debería hacernos reflexionar y pensar, para enfocarnos en amarlo, respetarlo y temerle, con el objetivo de obedecer sus mandamientos.
Por último, la palabra temor nos genera incomodidad cuando nos referimos a Dios. Esto es porque hemos pensado erróneamente que Dios es una versión de amor sin disciplina, cuando realmente Él es Soberano y tiene poder de decidir sobre nosotros lo que Él desee. Aprenderemos más sobre el temor esta semana. Pero quiero pedirte que tomes decisiones para estudiar más la Palabra de Dios y conocer más profundamente a nuestro Dios. Es una relación que debemos cultivar intencionalmente.
Por hoy solo quiero pedirte que hagas esta oración con entendimiento:
“Señor todopoderoso, Creador de todo, sé que eres sabio y magnífico. No logro entender cuánto, pero quiero pedirte hoy que me enseñes a conocerte para poder amarte más, respetarte más y temerte más como ordena la Biblia” Amén.