Los últimos días hemos estudiado sobre el concepto del temor, sobre la importancia de temer a Dios y sobre la utilidad del mismo. En estos últimos devocionales exploraremos su impacto sobre la vida de las personas y la familia.
Las decisiones definen nuestra vida, e impactan la vida de las personas alrededor de nosotros. Así mismo, estamos seguros que si se pasara una encuesta que preguntara: ¿Qué es lo que más le pide al Señor en sus oraciones?, estamos muy seguros que la mayoría de respuestas se vincularía con algún tema de bienestar familiar, de paz en la familia o de conversión de alguna persona cercana.
Todas estas peticiones al Señor son maravillosas y encomiamos a continuar orando por ellas, pero ¿han considerado el efecto de las decisiones que tomamos sin considerar el temor a Dios? Puede que esta pregunta nos obligue a reflexionar y pensar sobre cómo nuestro testimonio bendice o daña nuestro entorno.
Considerar el hecho que el Señor nos observa, nos da libre albedrío y nos ama, debería empujarnos a vivir y tomar decisiones basándonos en la Palabra de Dios. Si queremos una vida sana y una familia sana debemos renunciar conscientemente a nuestros propios pensamientos y utilizar la mente de Cristo (1 de Corintios 2:16) para elegir en el santo temor a Dios para guiar nuestra vida, familia, trabajo y ministerio.
Veamos lo que nos enseña la Biblia:
Por eso, teman al Señor y tengan cuidado con lo que hacen, porque el Señor nuestro Dios no admite la injusticia ni la parcialidad ni el soborno. 2 de Crónicas 2:19
Este texto nos enseña un principio primordial: debemos tener cuidado con lo que hacemos para demostrar temor en el Señor y mayor aún lo que hacemos tiene repercusiones. Tómese un tiempo hoy para retarse a ud mismo y buscar maneras de siempre recordar al Señor y su Palabra sobre todo para decidir.
Oremos: “Amado Padre, tengo ídolos que no me permiten ver más allá, mis decisiones han afectado mi vida y la de mi familia. Perdóname y ayúdame a enfocarme siempre en al autor y consumador de la Fe. Amén